lunes, 9 de agosto de 2010

Relaciones

He estado observando las relaciones personales y la manera en que no dejan de fluctuar. Comprendiendo que hay varios tipos de situaciones con ciertas excepciones:

*Gente con la que evitamos estar (No aportamos y no queremos que nos aporten).
*Gente con la que nos da lo mismo estar que no estar (Nos importa muy poco lo que aportan y no nos esforzamos por aportar).
*Gente con la que nos gusta estar (Nos aportan cosas y nos encanta aportarles).

Pero incluso con la gente que nos encanta estar pueden surgir conflictos. Por ejemplo:

"Manuel está muy enamorado de Judith y se van a vivir juntos. El problema es que, como están tan enamorados, apenas están con más gente y que ambos están en paro, con lo cual estamos ante una pareja que pasa prácticamente las 24 horas juntos".

Por mucho que se conocieran y se amaran, al final el roce deja de hacer cariño para comenzar a desgastar y finalmente romper cualquier relación. Y estoy firmemente convencido de que en cualquier relación, principalmente sentimental, hace falta un espacio y un tiempo para cada uno (un hobby, un lugar, una des-conexión); eso oxigena y lubrica los engranajes del respeto, la amistad y también del amor.

(Al menos así lo veo yo)



UN SALUDO
(Siento demorarme tanto)

1 comentario:

Javier Sabe a.k.a. JKnowz dijo...

... Y esa fue mi historia hace bien poco. Nos fuimos sin hacer ruido, porque no había ruido que hacer. Parecía que ya estaba todo dicho. Y el amor? El amor seguía ahí, pero las mariposas en el estómago se fueron volando con la música a otra parte. Qué triste, joder.
Buena entrada, Fish. A ver si hablamos mas, man, te echo de menos.
Un abrazo.